sábado, 9 de mayo de 2009

Ministerio Publico Investiga caso de trafico de infuencia

MINISTERIO PÚBLICO INVESTIGA EL CASO

Involucran a Edwin Vegas en tráfico de influencias
Vicepresidente del CNM habría enviado a un funcionario a pedir favores en Apurímac

Un escándalo, que pasó desapercibido durante los primeros meses del 2009, remeció internamente al todopoderoso Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) sin que los nombres de los involucrados fueran revelados. Sin embargo, esta semana, cuando el tema era inocultable, El Comercio accedió a la información sobre el hecho.

Se trata de un presunto (y grave) caso de tráfico de influencias que involucra a un empleado del CNM (ya investigado por robo de expedientes en la entidad) y que alcanza a Edwin Vegas (57), vicepresidente del organismo que elige y destituye a jueces y fiscales.

La historia, hasta donde se sabe, es la siguiente: El jueves 4 de diciembre del 2008, Narciso Ubaldo Contreras Adrianzén (53), empleado del CNM, llegó al Cusco en un vuelo procedente de Lima e inmediatamente se trasladó hasta Abancay.

Ese mismo día, ya en la capital de Apurímac, acudió sin perder tiempo al palacio judicial para entrevistarse con uno de los personajes más influyentes del lugar: el vocal Lucio Vilcanqui Capaquira, quien ese mismo día era nombrado presidente de la Corte Superior de Apurímac.

El magistrado dejó la reunión y atendió a Contreras en el despacho que entonces ocupaba como jefe de la oficina distrital de control de la magistratura, el órgano encargado de denunciar irregularidades en su jurisdicción.

La cita no fue extensa. El visitante, quien se presentó como emisario del CNM, dijo que su viaje lo realizó a pedido de uno de los integrantes de dicha entidad y que buscaba velar por los intereses de la demandante en el expediente N° 32-2007, que se ventilaba en un juzgado mixto de la provincia de Grau.

Contreras, entonces destacado a la Comisión de Cultura y Relaciones Internacionales del CNM, fue más específico y pidió que se favoreciera a Alicia Stiglich Grieve, quien había entablado un proceso de reivindicación e indemnización en contra del Ministerio de Agricultura.

El emisario, que se comportó como abogado de la demandante, incluso le dejó al vocal Vilcanqui los documentos que fundamentaban la posición de Stiglich. [Intentamos recoger la versión de esta mujer, pero no la pudimos ubicar].

Luego de concluir su exposición, Contreras le dijo que también quería “conversar” sobre este tema con otros vocales de la Corte Superior de Apurímac.

Ya finalizada la cita, Contreras se despidió de Vilcanqui y le entregó, a modo de gesto de confianza, la tarjeta personal del actual vicepresidente del CNM, Edwin Vegas Gallo. No solo eso, también le dio una nota en la que escribió la dirección y el teléfono de su centro de labores y de su domicilio, el 225-7110.

Este Diario verificó que el número de teléfono fijo se encuentra a nombre de Contreras y que registra la dirección de su domicilio en el distrito de San Borja.

Cinco meses después del hecho, el magistrado Vilcanqui —aunque reticente— confirmó a este Diario que aquel 4 de diciembre del 2008 sí recibió la tarjeta del consejero Vegas de manos del empleado del CNM.

Sin embargo, no informó de la visita del emisario ni de sus irregulares pedidos. Recién el 26 de enero de este año, casi dos meses después, dio parte al CNM. Extrañamente, no dio cuenta del hecho a la Oficina de Control de la Magistratura (OCMA).

LA VERDAD DE VILCANQUI
La historia aquí narrada fue confirmada por diferentes fuentes judiciales y por documentos que ahora forman parte de una investigación que se tramita en el Ministerio Público desde fines de marzo, luego de que se abriera investigación a Contreras por presunto tráfico de influencias.

El consejero Vegas también ha sido involucrado, pero la fiscalía no tiene competencia para comprenderlo en este caso ya que, dada su investidura, solo puede ser investigado por el Congreso.

Como dijimos líneas atrás, aunque con retraso, el primero que reveló esta historia fue el vocal Vilcanqui, quien comunicó al CNM —mediante documento del pasado 26 de enero— sobre la irregular visita de Contreras y los pedidos que le hizo.

En el documento, el magistrado reseña: “El día 4 de diciembre del 2008 y siendo las 12:45 p.m. se apersonó a mi despacho (presidencia de Odicma por entonces), el señor Narciso Contreras, trabajador del CNM, que enterado de mi elección como presidente de la corte me felicitó”.

Vilcanqui dice que Contreras le pasó una llamada telefónica, a través de su celular, de un supuesto consejero que quería hablar con él por haber sido nombrado presidente de la corte.

“Acto seguido, [Contreras] me entregó una tarjeta del CNM y dijo que venía por un asunto que se ventilaba en el Juzgado Mixto de Grau, y pidió que se intercediera a favor de la demandante”, cuenta Vilcanqui.

Contreras, como ya dijimos, le dejó la dirección y teléfono de su casa y de su trabajo.

En un segundo informe dirigido al CNM, del 26 de febrero del 2009, Vilcanqui confirmó la visita del emisario y el interés que tenía en favorecer a Alicia Stiglich. Pero lo más importante fue que reveló lo que ocurrió cuando Contreras llamó de su celular a una persona en Lima que quería comunicarse con el magistrado.

Y es que en este segundo informe Vilcanqui afirmó que habló con un miembro del CNM que “me felicitó por mi elección, gesto que cortésmente agradecí”.

No obstante, el vocal evita entrar en detalles y hace una aclaración respecto del presunto integrante del CNM [el vicepresidente Edwin Vegas] que lo felicitó telefónicamente por su nombramiento: “No lo conozco y [por lo tanto] no puedo certificar si en realidad fue un consejero”.

TARJETA Y PERMISO
Sin embargo, sobre la tarjeta que recibió de parte del empleado Contreras, Vilcanqui no dejó dudas: “Creo recordar que fue del doctor [Edwin] Vegas [Gallo]”.

La situación de este consejero se complica aun más luego de revisarse dos informes internos del CNM que revelan que Contreras realizó dos comisiones ficticias en Lima, cuando ya estaba de viaje rumbo a Abancay, gracias a la autorización de Vegas.

Uno de estos informes internos, emitido por el área de Recursos Humanos del CNM, es breve, pero contundente: “Las boletas de comisión de servicio (de Contreras) han sido autorizadas por el señor Edwin Vegas Gallo”.

Sin embargo, ninguna de las fuentes consultadas entiende por qué Vegas firmó las boletas que justificaron las falsas comisiones de Contreras, si el consejero no tenía facultades para hacerlo ya que no formaba parte de la Comisión de Cultura y Relaciones Internacionales del CNM, de la que dependía el empleado.

En la época, Vegas era integrante de otras dos comisiones.

Tampoco se sabe qué persona financió —y con qué finalidad— el viaje y los viáticos de Contreras.

Es decir, el empleado del CNM no solo aprovechó dos días de trabajo hábiles (4 y 5 de diciembre del 2008) para realizar tareas particulares, sino que también mintió para no ser descubierto.

Las dos boletas que presentó Contreras decían que en las fechas citadas —el día en que visitó a Vilcanqui y luego al regresar desde Abancay— estuvo en Lima “en la Asamblea Nacional de Rectores para ver el funcionamiento de su biblioteca y [al día siguiente] en el Poder Judicial y el Ministerio Público”.

¿Pero quién es Contreras? Originario de Piura como Vegas, labora en el CNM desde el 2000. Actualmente, por si fuera poco, es investigado en el Juzgado Penal 9 de Lima por la desaparición de 53 expedientes de jueces en el 2001. Por esta grave inconducta las autoridades del CNM solo le dieron 60 días de suspensión.

http://www.elcomercio.com.pe/impresa/notas/involucran-edwin-vegas-trafico-influencias/20090509/284213

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