Un espacio donde se compila noticias de corrupcion, sus causas o sus efectos. Hay que ver siempre mas haya de lo evidente para comprender la realidad.
lunes, 28 de septiembre de 2009
Palabra en uso: El término linchar
Escribe: Juan Carlos Ortiz Z. | Opinión - 02:47h
En los medios de prensa local, se viene empleando con frecuencia el término “linchar” o “linchamiento”, en algunos casos con acierto y en otros no. Este término tiene su descripción, en el Diccionario de la Real Academia Española (1992), de “ejecutar sin proceso y tumultuariamente a un sospechoso o a un reo”. El termino “ejecutar”, tiene que ver, en este sentido, con el “dar muerte al reo”, de modo que, el empleo de la palabra “linchar” o “linchamiento” en medios de prensa para informar sobre palizas dadas a delincuentes por delitos de hurto u otros, sin perdida de vida, es inadecuado.
Este uso incorrecto, como dijéramos, se ha dado en algunos medios de prensa, escritos y televisivos de la ciudad. En el caso del primero, mostramos un ejemplo; en el diario Correo de Puno, del día miércoles 2 de setiembre de este año, página 7, un titular manifiesta: “Rateros casi mueren tras linchamiento”. Si una persona es objeto de un linchamiento, es seguro que acabará muerta, no habrá otro resultado, de forma que el redactor usó inapropiadamente el término, al menos en el titular.
El término “linchar” o “linchamiento”, al parecer, se originó en el siglo XVIII. Provendría del nombre de un juez de paz estadounidense, Charles Lynch, que durante la guerra de la Independencia norteamericana, habría ordenado ejecuciones sin previo juicio. Los linchamientos se daban en la mayoría de los casos por medio del ahorcamiento. Este tipo de ejecuciones, se siguió practicando en el país del norte contra la raza negra, después de la guerra de la Independencia. Dicha práctica, cayó en desuso a finales de la I Guerra Mundial, o al menos su práctica no fue tan común como antes (Encarta 2006).
Tengamos más cuidado con el uso de la lengua, y ayudemos a que los lectores hagan un buen uso de la misma.
CARTA AL PRESIDENTE DE LA CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE PUNO
Escribe: Los Andes | Opinión - 11:47h
Puno, 28 de setiembre del 2009.
Señor:
Reynaldo Luque Mamani
Presidente de la Corte Superior de Justicia de Puno
Distinguido magistrado,
Me dirijo a usted, para expresar mi aflicción por la salud del abogado Jorge Vicente Timoteo Linares Carreón. Enterado que el magistrado sufre una penosa embestida de cáncer, espero humanamente y de todo corazón su pronta recuperación, y a su retorno, podamos superar los inconvenientes suscitados a raíz de su denuncia penal en contra mía y tres colegas, por cierto, los más virtuosos entre tantos negociantes que ejercen esta profesión.
Además sirva también la presente para suplicarle un poquito de honestidad en sus actos ya que el Poder Judicial, al cual usted meritoriamente representa, es una de las instituciones más corruptas; en su seno se tejen fallos, se esculpen injusticias, se gestan historias de indecencias; en fin, en sus pasillos se respira hipocresía y deslealtad, aire con el que distinguidos abogados llenan sus bolsillos y lo consideran parte de los procesos judiciales. Esta realidad aparece cuantificada en las última encuesta de la Pontificia Universidad Católica, que detalla que el 76% de peruanos cree que el Poder Judicial es una institución corrompida; similares cifras son presentadas por el Grupo de Opinión Pública de la Universidad de Lima. Y por supuesto que no todos actúan uniforme, los que se salen del unísono despiertan nuestra admiración.
Debo advertir, señor presidente que mi preocupación no es por mi caso que se encuentra en algún juzgado atendido por algún magistrado liquidador; sino por los miles de litigantes que han perdido la confianza en su palabra y los órganos que administración de justicia y creen que su institución no imparte equitativamente este anhelo supremo, sino exactamente lo contrario; y mi preocupación se incrementa más aún cuando nos encontramos a pocos días de la puesta en vigencia del Nuevo Código Procesal Penal, del mismo que es usted su máximo publicista y mayor promotor.
No obstante a este esfuerzo, usted señor presidente, no hizo nada para revertir la desconfianza que inspira el Poder Judicial, no se ha movido de su sillón para deportar la corrupción. No he oído por estos días ningún gesto de cambio para mermar las suspicacias de la indecencia y no nos diga que la separación de Linares Carreón de la presidencia de la Comisión Excelencia Judicial 2009, luego de propalado el video en medios de comunicación nacional, fue efectuada para mejorar la abatida imagen del Poder Judicial, no lo creo señor; puedo asegurar que esa fue la anticipada bienvenida al Dr. Javier Villa Stein que visitará Puno en los próximos días.
En tal sentido, señor Reynaldo Luque, le pido insistentemente que el 01 de octubre que inicia la vigencia del nuevo código y nosotros celebramos el Día del Periodista, nos sorprenda con la extirpación pública del algún magistrado que ventila hedor casi insoportable y aún no se anima a echarle fuera, hágalo por su institución; de ser así, el diario Los Andes el cual tengo el privilegio de dirigir no se cansará en felicitarlo. Y que no se me interprete mal, en este caso no me refiero al vocal Jorge Vicente Linares Carreón.
Sirva también la presente para agradecer a mis colegas periodistas, quienes el último miércoles en muestra de nobleza y espontaneidad mostraron su indignación al haberse interpretado la denuncia por el delito de Difamación Agravada como un signo de atentado a la libertad de expresión. Al respecto ruego a usted señor presidente, no interprete como una presión para lograr un fallo favorable; al contrario, yo espero que sus jueces me condenen para convertirme en un denodado defensor de la libertad de expresión, compréndame señor presidente, como periodista también tengo algo de narciso.
Y finalmente, le confieso que la denuncia instaurada por el señor Jorge Vicente Timoteo Linares, no me asusta es más creo que es nada serio y hasta he pensado que el magistrado concibió la denuncia inspirado en su tercer nombre.
Saludo a usted atentamente.
Rene Alfredo Calderón Vilca
PERIODISTA
http://www.losandes.com.pe/Opinion/20090928/27753.html
domingo, 27 de septiembre de 2009
Ni ética, ni cultura en la funciòn pública
Escribe: Boris Espezúa Salmón | Política - 06:30h
No es casual que las conductas propaladas en televisión de personajes públicos se parezcan y encierren aspectos que merecen ser comentados para reflexionar sobre nuestra realidad que no le hace ningún favor al Estado y por ende al país. Lo ocurrido con el Ministro de Vivienda Francis Allison es de dominio público que fue Asesor de Business Track la Empresa vinculada a las Interceptaciones Telefónicas, o a los llamados chuponeos que se trajo abajo al Gabinete Del Castillo el año pasado por el escándalo de Rómulo León, Los periodistas hace alguno días lo abordan al Ministro y éste muy seguro y suelto de huesos señala que el Presidente de la República y todo el gabinete lo respalda, y que no ha cometido ningún hecho irregular. Por otro lado en Puno tenemos, la conducta propalada en video por el Vocal superior Linares Carreón que falta el respeto a la Policía Nacional, y desafiante sin importarle la Presencia de un Fiscal Superior en el puesto policial, comete actos de provocación, de soborno y agresión verbal con efectivos policiales, amparado en su cargo de vocal superior, y aún siendo filmado muchos minutos, y delante de muchas personas persiste en una conducta matonesca y nada ponderada a su condición de magistrado.
Estos hechos, de dos funcionarios públicos, no pueden ser casuales, ni aislados, obedecen a la estructura de la relación de la colonialidad del poder que impera fuertemente en nuestro país, al establecer entre las personas ubicaciones jerárquicas fuertemente marcadas por status, por clase, dinero y por raza, algunas personas que tienen un cargo adquieren como forma de soberbia y excesiva seguridad el ser “Tales” socialmente hablando y por lo tanto irrogarse la facultad de imponer y supeditar a las personas. Ciertamente al ser referentes públicos, equivocadamente asumen su cargo en un pedestal jerárquico que les permite atropellar y no darse cuenta de las mediaciones éticas que deben de contar en las relaciones humanas trastocando y soslayando flagrantemente cualquier sentido de respeto y consideración al significante moral que pueden denotar sus expresiones y conductas básicamente en el plano ético y también cultural. El culto al “Ego” no tiene escrúpulos, y enceguece, y hace ver a los demás por debajo de nuestras narices. Con seguridad El Ministro Allisón no se da cuenta que siendo un funcionario de confianza, donde lo que básicamente existe es una relación ética que lo vincula a un Gabinete y a la confianza del Presidente de la República, es por ello que genera la duda de preguntarse qué hace pensar que la conducta del Ministro parezca “normal” y hasta “cínica”? De repente la seguridad que tiene que los entuertos de corrupción que alcanza a poderes mayores sabe bien que lo protegerán? o el status adquirido que ha creado un perfil psicológico y social que con una educación instrumentalista y práctica, le dé la seguridad que los hechos vistos objetivamente no lo llevarán a la cárcel? Pero lo que hace que sea inexcusable su proceder ético, es su demostrada vinculación a un caso de grave corrupción y que compromete a todo el gobierno, y que no puede ser olvidado ni menos solucionado con el silencio del gabinete, contrariamente éste silencio hace presumir un real encubrimiento de algo que no resulta ligero ni improbado, como es la vinculación a un hecho de corrupción que hace insostenible e inevitable que se piensa del involucramiento del propio gobierno. Y es que un hombre público no sólo está obligado a ser honrado sino también a parecerlo, por ello es que de la misma manera el Vocal Superior, por principio no podía faltar con sus hechos a otra entidad del Estado, como es la Policía Nacional, menos pretender sobornar, en todo momento debió considerar su condición de magistrado, máxime si ya tenía una evidencia de desventaja, como es estar ebrio, y haber cometido y accidente de tránsito, además no debía de olvidar y siempre tener presente que al fin de cuentas que de acuerdo a la Constitución el rol de administrar justicia emana del pueblo, y por lo tanto se debe al pueblo el actuar y la decencia de todo magistrado y funcionario público, que por otro lado es lo que más clama la ciudadanía que deban tener los magistrados para mejorar su alicaída imagen, igualmente al caso del Ministro Allison, donde pierde el Gabinete, en el caso del vocal superior pierde el Poder Judicial, y por ende se deja en el limbo de la impunidad estas conductas, censurables que debieran ser motivos oportunos para sentar precedentes de que estos malos ejemplos se debe cortar con rigor, con sanción para así denotar que no se encubre lo que tiene que ser corregido y evitar que no cunda la erosión de la corrupción y los antivalores más de lo que hay en la actualidad.
El aspecto ético como alguna vez ya lo dijimos en el libro “Ética de la Justicia” es inseparable de la justicia, por ello aspectos cruciales que ocurren en nuestro país, no tienen concordancia con lo que se predica y en lo que se hace, y donde se pone obstáculos al acceso a la justicia, y privilegia formas de discriminación y donde se desdice aquello que señalaba Victoria Camps que “El individuo realmente humano es el que se siente obligado hacia los otros por deberes éticos y de justicia” partiendo de hacer tabla rasa todo código de ética, y volcando a la nada nuestras acciones hacia una ética mayor de igualdad e inclusión, no olvidemos a Fernando Savater cuando señala que “El derecho tiene una exigencia central: La responsabilidad ante los demás como ser humano, dándole de ésta manera verdadera dimensión a lo humano, que en definitiva es la esencia de todo derecho”. Por ello es que la justicia es mucho más que un valor, es una garantía de vida social y fundamento de la convivencia humana, se proyecta sobre el plano de la vida personal y se convierte en criterio de valorización de todos los actos humanos. El ciudadano que se respete es un individuo autónomo y pleno, porque es responsable y miembro participativo en la comunidad y decididor de los verdaderos deberes y derechos que son necesarios para desarrollar la sociedad.
El aspecto cultural pasa por comprender el pluralismo, y fomentar formas de igualdad y equidad en las relaciones sociales. Los dos casos que hemos mencionado en ésta oportunidad están signado por un profundo desdén de unas a otras personas, entre compatriotas, donde no es posible admitir intermedios, sino prevalecer esas actitudes intolerantes, impositivas y de no consideración por el otro; por el ello es que el gran reto del pluralismo en el país es que tiene que luchar las poblaciones secularmente olvidadas y periféricas por su reconocimiento, por la inclusión efectiva, propiciando la igualdad de oportunidades, alguna vez Hobbes el autor de “El Leviatán” decía: “La igualdad de los títulos genera la igualdad de esperanzas y luego la convivencia óptima de oportunidades semejantes”. En materia cultural es necesario avanzar con una nueva perspectiva que desde un enfoque pluralista nos permita romper estos eslabones jerarquizados donde las brechas de las diferencias se ahondan más, ese es el gran reto que le falta construir al país.
Finalmente, no olvidemos que la Salud Mental, implica entre otras cosas ausencia de influencias nocivas dentro de los cuales está la ausencia de ética y de cultura, y tiene más relevancia en los funcionarios públicos que están vinculados a tratar con ciudadanos, lo que no implica que los funcionarios públicos, sobre todo los que se encuentran en el rubro de los “Funcionarios de Confianza”, no deben creerse eternos y deben de saber en todo momento que su paso por la administración pública es más volátil que la precaria memoria de los peruanos para olvidarnos de los errores del pasado que vuelven a aparecer en el futuro.
http://www.losandes.com.pe/Politica/20090927/27696.html
miércoles, 9 de septiembre de 2009
Lucha anticorrupción en las esferas pública y privada
Lucha anticorrupción en las esferas pública y privada
Lejos de reducirse, la corrupción sigue siendo uno de los males más graves de nuestra sociedad. Lo peor, sin embargo, es que frente a las prácticas, delitos, vicios o abusos que conlleva, no hay propósito firme de combatirla tanto desde el ámbito público como desde el privado.
Tal percepción es la cruda realidad que recoge la última encuesta realizada en Lima por el Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica de Perú (PUCP); un panorama sin duda desalentador y pesimista que en lugar de críticas, debería motivar reacciones inmediatas en quienes dirigen al Estado, los gremios y, en general, en cada uno de los ciudadanos.
Por ejemplo, en la esfera de lo privado y de lo íntimo, resulta alarmante el grado de tolerancia que mostramos ante la deshonestidad. Evidentemente, el problema de fondo no solo es que casi el 80% de los encuestados piense que el peruano es poco o nada honesto —es decir, de autopercibirnos como corruptos—, sino además que 64% crea que esta situación se mantendrá en los próximos años. ¿Qué significa esto? Pues que existe un déficit ético muy grande que exige ser enfrentado desde diferentes perspectivas: con una educación en valores, desde la familia y las escuelas; unas políticas públicas, que premien las buenas prácticas —y no al revés—; y unos mecanismos de sanción social y judicial eficientes, que garanticen la transparencia como norma y destierren la impunidad como premisa.
La salida más sencilla siempre será minimizar el problema cuando, ante la corrupción, lo único que cabe es la tolerancia cero. Como revela la encuesta de la PUCP, seguimos pensado que la ilegalidad reside solo en apropiarse de dinero o propiedades públicas (27%), conseguir beneficios particulares aprovechando un cargo público (20%) o el nepotismo (10%). También está en un sinnúmero de prácticas diarias, que miramos de manera permisiva y que nos convierte en cómplices o en corruptores.
Pero si el ciudadano tiene tareas pendientes, en la esfera de lo público, quienes ostentan el poder y toman las decisiones, tampoco pueden ponerse de perfil porque así lo exige un país, harto de actos impunes y manejos oscuros. La encuesta es clara: Congreso (78%), Poder Judicial (76%), partidos políticos (75%), policía (73%), Gobierno (67%), municipalidades (64%), FF.AA. (62%), regiones (62%), empresa privada (47%) y medios de comunicación (41%) son todos " algo corruptos" o "muy corruptos".
Las estadísticas solo traducen la fractura institucional que predomina y que los diferentes sectores no pueden desdeñar. Por el contrario, lo que corresponde es que asuman sus compromisos con transparencia, empezando por los que dirigen el Estado. Después de todo, el 54% piensa que este delito se da entre los políticos y 78% que la política corrompe.
Sería irresponsable hacer generalizaciones, pero también es cierto que el Gobierno no ha dado señales claras de querer adecentar la cosa pública.
Luego del fujimorato —reconocido como el más corrupto—, poco se ha hecho en denuncias graves y puntuales. No funcionaron los pomposos "zares" anticorrupción ni la Oficina Nacional Anticorrupción (ONA).
ORDENAN LA DETENCION DE PROFESOR ACUSADO DE VIOLAR A MENOR CON RETARDO MENTAL
18:44 | Jueza ordenó además el embargo preventivo sobre los bienes de Raúl Quispe Condori, quien recibiría una pena de por lo menos 25 años
La jueza Fanny García Juárez del 29º Juzgado Penal de Lima ordenó hoy la detención del profesor Raúl Quispe Condori, acusado de violar a la menor S.G.P.U. de 16 años de edad, que sufre de leve retardo mental.
Asimismo, tras evaluar la denuncia de la fiscal Neyde Cachay Chávez, de la Segunda Fiscalía Provincial penal con sede descentralizada en Santa Anita, ordenó el embargo preventivo sobre los bienes del encausado.
En consecuencia solicitó a Registros Públicos y a las entidades del sistema bancario un informe sobre los bienes, cuentas corrientes o de ahorro que existan a nombre del procesado.
Tras las investigaciones se determinó que el hecho ocurrió el 6 de setiembre último en el distrito de Santa Anita, cuando Quispe Condori convenció a su ex alumna de química para que lo acompañe al supermercado Plaza Vea. Al encontrarse, tomaron una mototaxi, pero el profesor finalmente instó al conductor para que los lleve a un lugar descampado y, al llegar a este lugar, le pidió que los dejara solos.
El mencionado delito está previsto y sancionado en el inciso tres del artículo 173 del Código Penal vigente con una pena que no puede ser menor de 25 años ni mayor de 30 años de prisión.